La Importancia del Control Químico
Definimos como control o tratamiento químico a la alteración de las características fisico-químicas de una sustancia hasta adecuarlos a unos patrones predefinidos y deseados.
Hablar de control químico en una planta de generación eléctrica es hablar de la química del agua: agua de refrigeración (si la planta se refrigera con agua, ya sea ciclo abierto o semiabiertos) y agua de caldera. El objetivo principal de un tratamiento químico en una planta de generación eléctrica es preservar la integridad de los materiales constituyentes de los diversos circuitos para mantener la operación de los sistemas de la planta en el nivel óptimo de disponibilidad, seguridad, fiabilidad, economía y eficiencia durante la vida útil de la instalación.
Fundamentalmente la acción del agua sobre los distintos sistemas tiene dos efectos perjudiciales: corrosión y formación de depósitos.
Para llevar a cabo los tratamientos químicos adecuados necesitaremos conocer dos condiciones fundamentales:
- Patrón químico deseado. Este viene dado por el tipo de material a utilizar. Los valores de pH, por ejemplo, para el agua de caldera varían según la composición de las aleaciones utilizadas para la construcción de los haces tubulares o la turbina de vapor. Estos valores generalmente son aportados por los fabricantes de los equipos.
- Características físico-químicas originales de agua a tratar.
- Tipo de circuito (abierto, cerrado).
- Condiciones de funcionamiento (fundamentalmente temperatura).